RECUERDA...
(29 de mayo de 2011)
...que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, recuerda. El tío Ben le repite al tímido Peter Parker ese recuerda y tiempo después el héroe tomará esta consigna como emblema de su vida. Esa es mi virtud y mi perdición, añade él a la frase, consciente de la renuncia y el sacrificio que supone aceptarla.
De todos sus portentosos compañeros Spider-man es con diferencia mi preferido. Quizás porque siempre ha sido el “más humano” , el primero que se cuestiona las razones de esos poderes que se le han “adherido” sin pedirlos, y de regalo junto a ellos, ese deber moral de estar siempre al servicio de los demás, en el que no valen excusas ni vacaciones, amores ni rencores; de hecho él es el único de los superhéroes que en un arranque de honestidad consigo mismo renuncia a serlo para intentar luchar en esa otra batalla: la de alcanzar la felicidad aunque sea la felicidad de un “hombre normal”.
De todos sus portentosos compañeros Spider-man es con diferencia mi preferido. Quizás porque siempre ha sido el “más humano” , el primero que se cuestiona las razones de esos poderes que se le han “adherido” sin pedirlos, y de regalo junto a ellos, ese deber moral de estar siempre al servicio de los demás, en el que no valen excusas ni vacaciones, amores ni rencores; de hecho él es el único de los superhéroes que en un arranque de honestidad consigo mismo renuncia a serlo para intentar luchar en esa otra batalla: la de alcanzar la felicidad aunque sea la felicidad de un “hombre normal”.
Tras las elecciones estamos asistiendo, como cada cuatro años, al nacimiento de un considerable número de “poderosos” (aunque de momento, y durante algunos días, casi todo sean suposiciones sobre quien dejará de tener “facultades especiales” y pasará a ser uno más, o sobre quien será el afortunado de ser morador de ese pequeño Olimpo plagado de “cargos”).
Ahora bien, siguiendo con el símil del hombre-araña, si a los nuevos inquilinos del “monte de los dioses” les diera por pensar y actuar tan consecuentemente como al bueno de Spider-man, quizás se verían atrapados por un considerable número de inquietudes morales; a lo mejor ni dormirían toda la noche de un tirón al concluir que ese “mayor poder” no está destinado para su provecho sino exclusivamente para favorecer a través de ellos a la mayoría; porque para los elegidos precisamente lo que va a significar es sólo mayor deber, mayor esfuerzo o, visto desde el lado positivo, mayor satisfacción personal por cumplir con su obligación… tal vez entonces pudiera ocurrir que algunos se dieran cuenta de que la “bicoca” no es tal “chollo” y dudaran un tiempo antes de decidirse a aceptar el “puesto”(¿me paso de ingenua?).
A nuestros futuros, ilustres y satisfechos, políticos poseedores de “potestades especiales” no les he tildado antes de “super” ni de “héroes” entre otras cosas porque ellos SI que han solicitado -aunque sea vía voto de listas cerradas- el que se les concedieran los…“poderes”. Pero si hacemos caso al sabio tío de Spider-man resulta que aunque efectivamente no lo sean, a todos nos gustaría en esta aventura que lo fueran “un poco” y que hicieran por nosotros lo que es tarea obligada de cualquiera de ellos a diario: hacer el bien, cambiar lo que se pueda para mejorar “el mundo”, prevenirnos de los peligros, acabar con las injusticias y los malos, dar su castigo merecido a tiranos y opresores y ser famoso, y ser admirados, y ser aclamados… Mientras nosotros, con nuestros superpolíticos al mando, tan tranquilos y tan ricamente viviendo nuestras vidas, ocupándonos de los afanes propios y cotidianos sin tener preocupaciones ajenas de “cargos” que hacen mal su trabajo o simplemente ni lo hacen.
A nuestros futuros, ilustres y satisfechos, políticos poseedores de “potestades especiales” no les he tildado antes de “super” ni de “héroes” entre otras cosas porque ellos SI que han solicitado -aunque sea vía voto de listas cerradas- el que se les concedieran los…“poderes”. Pero si hacemos caso al sabio tío de Spider-man resulta que aunque efectivamente no lo sean, a todos nos gustaría en esta aventura que lo fueran “un poco” y que hicieran por nosotros lo que es tarea obligada de cualquiera de ellos a diario: hacer el bien, cambiar lo que se pueda para mejorar “el mundo”, prevenirnos de los peligros, acabar con las injusticias y los malos, dar su castigo merecido a tiranos y opresores y ser famoso, y ser admirados, y ser aclamados… Mientras nosotros, con nuestros superpolíticos al mando, tan tranquilos y tan ricamente viviendo nuestras vidas, ocupándonos de los afanes propios y cotidianos sin tener preocupaciones ajenas de “cargos” que hacen mal su trabajo o simplemente ni lo hacen.
He comenzado esta albada con una frase de un personaje de cómic y acabo de escribir el final feliz que podría ser el de cualquier otra historieta. Dicen que un cómic representa valores de la vida real elevados al superlativo. Pero no hablemos más de “super” , no queremos obligar a nadie a aceptar el papel de “héroe”: lo cierto es que en la vida real “bastaría” simplemente con hombres y mujeres que fueran buena gente, gente honrada y preparada en la que se pueda confiar, personas que procurasen con inteligencia y sentido común conseguir lo mejor para todos, que su prioridad fueran los demás y no los intereses propios.
No sé si es pedir demasiado, no se si esa reflexión del inicio sobre la obligación de ser Más-Responsable consecuentemente con el grado del Mayor-Poder que se tenga la considerará seriamente alguno de nuestros políticos. Me gustaría pensar que si. Me alegraría además, sobre todo y especialmente, por los chicos y chicas del Movimiento15-M, y también por qué no decirlo, más particularmente o egoístamente si quieren, por lo que nos toca a nuestra ciudad y a nuestra provincia.
Hola Ana, al leerte veo reflejadas mis ideas en tu texto. Quizás sea ingenuidad o simplemente que vemos el vaso medio lleno, pero este "mundo feliz" creo que podremos conseguirlo, en la educación de nuestros hijos está la clave. Un beso. Teresa
ResponderEliminarTe adjunto un curioso vídeo que me han enviado:
http://www.youtube.com/watch?v=UtTW72F8xo0&feature=player_embedded
A mí me gustan mucho los superhéroes, desde pequeño, y ya soy casi viejo, ahora a mi hijo pequeño también le gustan, cuanto daño podemos hacer los padres a los hijos sin querer, y especialmente Spiderman. Mi preferido sin embargo era La Cosa, de los Cuatro Fantásticos, y su frase preferida, cuando se habían acabado las milongas, era "¡es el momento de los mamporros!" ("It's clobberin' time!").
ResponderEliminarNo se si tendrá mucho que ver con tu estupendo artículo pero yo si que se lo veo un poquitín, porque cambiar, lo que se dice cambiar no se si nuestros próceres podrán hacerlo, pero es que yo no soy capaz de ver el vaso medio lleno, como dice Teresa.
A pesar de ello a lo mejor alguno se lee tus reflexiones y le llega la iluminación, esperemos.
Gracias, sigue así.
JCarlos Navarro.
Ah... el leal Ben... otro caso "especial" dentro de los "especiales"...
ResponderEliminarel único que no puede esconder que es diferente, casi un marginado... Se va para buscarse a si mismo, vuelve...
El bueno de Ben necesita sentir que forma parte de la "familia" , necesita sentirse necesario y por supuesto vive siempre para hacer el bien...
¡buen tipo, adorable Ben Grimm!!...
No se que deciros a los dos..¿cómo puedo ser tan contradictoria y pensar que ambos tenéis parte de razón?...me voy a tener que hacer fan de aquella BarbaraGordon, la bibliotecaria que tenía el disfraz de Batgirl en el sótano de la biblio: la pobre estaba siempre hecha un lio con su dichosa búsqueda de la "perfección moral"!!!!
En algo estamos de acuerdo: hay que empezar a actuar YA.
Ana