(24 de Enero de 2010)
Me ha tranquilizado lo que hasta ahora he leído sobre el proyecto seleccionado para la Vega por la UE (no me ocurrió así con el favorito de nuestro consistorio -menos mal, mira tú por donde, que la crisis lo hacía inviable). También he leído con agrado las palabras de una de sus arquitectos, Berta Barrio, hablando de mantener “la magia de su carácter, su Genius Loci” ( me resulta curioso y muy estimulante escuchar hablar de fenomenología para mi tierra, sorprenderme porque alguien se pregunta y preocupa por el Genio de la ciudad, y evoca las teorías de Norberg-Schulz para un paisaje tan nuestro, tan cotidiano y entrañable.)
La última vez que estuve en la Alhambra me traje entre los centenares de fotos de la fantástica colina roja, la de una pequeña placa casi desapercibida. En ella, entrecomilladas, las palabras de Torres Balbás, el arquitecto-conservador sensible y riguroso, resumían en una frase todo el temblor de una pasión: “Para los que amamos la Alhambra, para los que a ella hemos consagrado nuestro entusiasmo y nuestra actividad, para los que hemos interrogado febrilmente muchos de sus secretos y fuimos viviendo con el monumento al compás de nuestra propia vida, su porvenir será siempre motivo de inquietud”. Bien, esa “inquietud” es la misma que nos hará mantener lo mejor de nuestra ciudad y hacerla cada día más hermosa. No hay que perderla nunca. En ella descansa el Espíritu del Lugar, nuestra identidad, el Genius de Teruel, ése al que si cuidamos hará que siempre nos sintamos en nuestra ciudad como en casa.
Preciosa albada, aunque no soy demasiado optimista. Nuestras soberbias autoridades harán lo posible para no permitir que alguna obra pública no lleve su sello mentecato. El mero hecho de que sean autoridades políticas las que elijan cómo debe hacerse la rehabilitación del un río ya sirve para desacreditarla. Mira cómo rehabilitaron la confluencia con el Alfambra del Guadalaviar y verás por dónde van sus siniestras ideas. Pero por lo menos la cosa genera textos como este.
ResponderEliminarSalud.
Gracias Antonio. Decía el poeta Simónides que "también para el silencio existe una recompensa sin riesgo"...
ResponderEliminaryo por si acaso prefiero arriesgarme y hablar (aunque sea bajito)
salud y fraternidad